Llueve hacia arriba por debajo del paraguas
pero ya no nieva
sangre te recorre los nudillos
pero ya no duele
quieres que la soledad te devore
pero ya lo ha hecho
miras a los desconocidos a los ojos
pero a nadie más
una niñata llorona no te deja dormir
pero eres tú.
Genial... desconocidos que podemos a llegar nosotros mismos
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